Las conciencias que me habitan

En mi fantasía existen dos conciencias que me habitan. Digo "mi fantasía" porque simplemente es una manera de expresar parte de mi experiencia con palabras. A mí me funciona para comprenderme y conocerme mejor en este momento y lo comparto.

Una de ellas es la conciencia humana. En ella agrupo mi cuerpo mental, emocional y físico. En ella reconozco todas las etapas de mi vida y como marcan de alguna manera mi existencia. En esta conciencia reconozco mis necesidades como persona, mi historia o cuento personal. Es importante que reconozca y atienda esta parte humana. Que cuide mi mente, mis emociones y mi cuerpo. Puedo reconocer que habito en mi cuerpo, en mis emociones y en mi mente. Desde esta conciencia puedo sentir separación, miedo, culpa...Puedo reconocer esas emociones desagradables, nombrarlas y experimentarlas. También puedo sentir y experimentar lo agradable, la paz, la armonía, la salud...

Desde la inconsciencia de que habito únicamente en este cuerpo y esta experiencia puedo dejarme arrastrar por ella y crear el infierno en la Tierra. ¿Cómo? Identificándome y creyendo en las historias que me alejan del amor. De esto hablaré con más profundidad en otra entrada que hable sobre la cocreación.

La otra conciencia de la que hoy quiero hablar es la conciencia superior o divina. Desde esta conciencia reconozco que soy amor incondicional, AMOR con mayúsculas. Cuando habito esta conciencia siento paz, armonía y amor ante cualquier situación. Si estoy sintiendo miedo, separación, culpa, rabia o cualquier emoción desagradable y no hay amor en el proceso reconozco que estos son indicadores de que no estoy habitando en esta conciencia. Quiere decir que me he olvidado de la fuente, del amor o de la divinidad que soy, que habito únicamente en el sueño de la separación que a veces crea la parte humana. Quiere decir que en algún momento he participado para crear esa ilusión. Digo ilusión porque si soy AMOR puedo reconocer que en verdad no soy eso que estoy sintiendo o experimentando. Dios, el amor o la fuente no puede haber creado eso. Por lo tanto si reconozco esto puedo pedir ayuda a mi divinidad para sanar esas memorias de dolor que he creado como humana aliada con el lado oscuro. Es importante reconocer este lado oscuro para poner luz ahí. Por lo tanto esto se puede ver como una oportunidad para vivir cada vez más desde la luz y el amor.

No se trata de saltarme la parte que me corresponde como humana ni de negar lo que veo ante mis ojos o de lo que siento por dentro. Se trata de reconocer que estoy en eso y de tomar responsabilidad para sanarlo y poner amor en esa historia. Se trata de reconocer mi luz, mi divinidad y vivir desde ella aliando mi conciencia humana con la conciencia divina.

Si le doy el mando a esta conciencia puedo desidentificarme de la ilusión que he creado desde mi yo o ego que se considera separado de ti y de los otros. El otro o los sucesos externos solo me muestran hacia donde ha ido mi libre albedrío, me ayudan a despertar del sueño que he ido creando. Desde ahí soy capaz de reconocer que si he vivido un ataque o si yo he atacado es porque no vibraba en amor y le he dado fuerza a esas experiencias en mi mente, en mis emociones, en mi cuerpo... Si vivo experiencias de escasez, de violencia, de enfermedad, odio, envidia...es porque he olvidado en algún momento este amor que soy, que somos. No se trata de crear culpa con esto y seguir en el "Qué mal lo he hecho", se trata de emplearlo como una oportunidad para fortalecer mi luz. Se trata de verlo, reconocerlo, de perdonarme y abrazarme porque no he sabido hacerlo mejor y de reconocer que mi divinidad puede ayudarme si así se lo permito a recoger la información que me acerque a la fuente. Reconozco que tengo libre albedrío y que puedo elegir cambiar de camino o seguir por el mismo.

Creo que a veces elegimos vivir unas etapas que son duras y de dolor para reconocer más fácilmente que no somos eso, que no somos enfermedad, dolor de muelas y pobreza.

Puedo elegir vivir cada vez en más ocasiones desde el amor, atendiendo a esa parte humana, viviendo el cielo aquí y ahora, sin necesidad de crear más sacrificio y dolor. Te lanzo esta pregunta ¿Qué te ayuda a vivir el cielo en la Tierra?

Hace un tiempo en una terapia que llevé a cabo pregunté "Si yo soy amor, ¿por qué me está pasando esto?". Las respuestas me han ido llegando.

¿Qué te acerca a ti al amor que eres?

Rus.