Todas las emociones son sagradas
- Mar 27, 2021
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Updated: Apr 5, 2021
Algunas corrientes espirituales actuales parecen no estar a favor de ciertas emociones que llaman densas.

El mensaje de trasfondo que me llega es: no des importancia a eso, eso no está bien, no estás vibrando en amor.
Lo que pasa es que eso que me invitan a hacer es enviar a la sombra del inconsciente lo que me está pasando.
Cada paso, cada emoción tiene su espacio y es espiritual honrarla y transitarla. Para subir mi vibración parte del proceso que me toca vivir aquí es decirme la verdad sobre cómo me siento.
Reprimir o esconder ciertas partes mías me hace daño y puede crearme enfermedades.
Por lo tanto, me doy permiso para atravesar cada una de mis emociones, pongo presencia en cada una de ellas. Permito que fluyan y encuentro formas creativas para darles salida, luz y amor a cada una de ellas.
Conocerme supone conocer mis emociones y darles su espacio, dejar que afloren en mí. Nombrar cada una de ellas por su nombre o poniéndoles nombres inventados y de cuentos que sirvan para mí y mi familia, darles espacio y honrarlas me ayuda a vivir en paz, elevar mi vibración y la del planeta.
En alguna otra entrada hablaré sobre la naturaleza cíclica que forma parte de nosotros y de algunos cuentos y libros que me han ayudado a conectar con este fluir y permitir.
Si me cuesta transitar algunas de estas emociones como la tristeza, el enfado o la frustración creo un espacio seguro en el que pido protección y guía. Puede ser una caja que abro y en ella grito, guardo dibujos de mis monstruos, corto papeles, guardo mi diario…También puedo dibujar corazones e imágenes hermosas para expresar mi alegría cuando me he liberado. Se trata de acoger y dar salida a mis emociones para respetarme, cuidarme y cuidar a los de mi entorno. Luego la caja se cierra y allí y en mí se transforma produciéndose la alquimia.
Meditar me ayuda también si lo hago con la intención de vivir esa emoción, darle su lugar y recoger su mensaje.
Si alguna vez daño a alguien en el proceso o me daño a mí misma recuerdo que estoy aprendiendo, que estoy dando pasos y que lo hago lo mejor que puedo a cada momento.
Estas son algunas de las formas en las que libero mis emociones. Son espacios de autocuidado que me dedico. ¿Quieres compartir algunos de los tuyos?
Gracias por leerme.
Rus.
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